domingo, 15 de enero de 2012


Si eres capaz de reflexionar  y actuar más allá del impulso artificial y materialista de la actual sociedad humana, entonces en estas palabras encontraras las razones para aferrarte a las ideas y entrar en el combate de una verdadera causa, una causa superior…  La causa de lo eterno, la causa de la vida… Es hora de derrumbar el castillo de naipes de los viejos y obsoletos valores, de las religiones y de las sociedades centradas solo en el bienestar del hombre. Ayuda a la bestia y al árbol defiéndelos de las acciones necias del hombre egoísta y cobarde, para ellos la felicidad consiste en su expansión natural, sin obstáculos; en no tener hambre, ni sed, ni frio, ni demasiado calor, en poder vivir libremente la vida para la que fueron creados, esta compensación les es debida, CONTRIBUYE CON TODO TU PODER PARA ASEGURARSELAS. Ayúdales a gozar de la vida sana y bella que la providencia les ha dado, vivir es para todos los seres a los que el don de la palabra no ha sido dado, la forma de estar en armonía con lo eterno… Vivir para estas criaturas es la FELICIDAD.
Extenuados y atados desde el despertar a sus pesadas carretas soportando la sed bajo el ardiente cielo viven asnos, búfalos y caballos, da una caricia amistosa o una brazada de hierba, un balde de agua seria una bendición para aquel a quien su amo azota y trata como si fuera un objeto. Vagando por las calles indiferentes y hostiles, abandonados y privados de la posibilidad de encontrar un amo cariñoso que les proteja, perros y gatos pasan sus días entre sufrimientos,  frio y hambre, ante la apática mirada de ciudades enteras, aliméntalos si puedes, coloca un plato con agua o leche al lado del camino para que el olvidado animal pueda saciar sus necesidades… Acaríciale si él te lo permite. No arranques la pequeña planta de tu jardín porque creas que es maleza, aun entre el asfalto se abre paso para poder vivir, no le aplastes y riégale con agua, está viva y también tiene derecho a tus cuidados, porque la vida sana y bella no se detiene ante nada, y porque todos estos nobles seres bondadosos por naturaleza no tienen otra cosa que sus silenciosas existencias. Ama a los animales y sentirás aquello que es eterno y divino en la mirada de sus ojos color ámbar, azabache o esmeralda… Ama a los arboles, a las plantas, el agua que cae del cielo y que corre sobre la yerba hasta llegar al mar; ama a la montaña, el desierto y la selva. El vasto cielo con su luz y sus nubes, porque todo esto sobrepasa al hombre y te revela lo que es eterno.


1 comentario:

  1. El día que todas las casi 7.000'000.000 de personas que respiran, contaminan, matan, mienten, chismosean, se emborrachan, se drogan, se dopan, cazan, roban, son vanidosas, egoístas y antropocéntricas, y que escapan a la realidad que se esconde tras el velo de la sociedad progresista globalizada, vean la belleza de este mundo tal cual es, sin adornos ni lujos, algunos desearán morir, otros llorarán de tristeza y arrepentimiento, y muy pocos sentirán por primera vez la unidad de la vida y verán su expresión en las leyes de la naturaleza que son inherentes a este mundo material, y conocerán que la felicidad no está en tener lo que más se pueda, en trabajar hasta más no poder para pagar el carro, la casa y la beca, en ser mejor que los demás en térmninos económicos, intelectuales y materiales, todo lo contrario, la felicidad está en vivir en la sencillez, es por eso que los animales y plantas no tienen el don de la palabra, ellos no la necesitan, pues esto ya lo saben.

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